ALGO SOBRE LA AUTORA:
Nació en Salamanca en diciembre de 1925 y murió en Madrid en el año 2000. Licenciada en Filosofía y Letras en su ciudad natal. Más tarde se trasladó a Madrid, donde se doctoró. Ignacio Aldecoa, amigo de sus tiempos universitarios en la ciudad charra, la introdujo en los círculos literarios de la capital de España que él frecuentaba y donde conoció a bastantes colegas, entre ellos el que posteriormente sería su marido: Rafael Sánchez Ferlosio. Perteneció a la Generación del 55 (o de la Posguerra, como otros la denominarían).
Aunque en 1953 publicó un cuento, su bautizo literario se produjo con “El balneario”, que le reportaría un gran premio de prestigio. En 1958, obtuvo el Premio Nadal con su obra más conocida, “Entre visillos”.
Además de dedicarse a la novela, también ha cultivado otros géneros, como el teatro, la poesía o el ensayo. Y ha recibido diferentes premios y galardones, como el Premio Nacional de Literatura, el Premio Nacional de las Letras por toda su obra o el Príncipe de Asturias en 1988. compartido con José Valiente, entre otros.
ALGO SOBRE LA NOVELA:
Esta novela se publicó en 1998 por la editorial Anagrama. Tiene 349 páginas.
LA SINOPSIS:
Amparo Miranda, una exitosa diseñadora de modas con sede en Nueva York, vuelve a la ciudad de provincias que abandonó cuarenta años atrás. Amparo no regresa corroída por la nostalgia ni tampoco para exhibir sus triunfos ante aquellos que nunca lo aceptaron. Quiere, por el contrario, pasar desapercibida: viene a mirar, a intentar recomponer a solas un discurso que quedó interrumpido, a introducir palabras en una historia de silencios.
LO QUE ME HA PARECIDO:
Hace unos días una compañera del trabajo me recomendó y prestó este libro. No había leído nada de esta autora que quería conocer algo de su obra, pues sabía que tenía bastante prestigio. En un principio, me atrajo su argumento, no por original, que no lo es, pero si porque me apetecía este tipo de historia por encontrarla cercana ¿Quién no se ha preguntado alguna vez qué habrá sido de…? ¿Quién no tiene ganas de volver al sitio del que una vez marchó y ver cómo han cambiado las cosas, las personas? Y si a ello le añadimos que han pasado unas cuantas décadas, que te pueden permitir incluso una especie de invisibilidad al no ser reconocido, pues miel sobre hojuelas.
Y eso es lo que hace Amparo Miranda, la protagonista de esta novela. Durante décadas ha trabajado en América, concretamente en Nueva York, donde ha alcanzado el éxito profesional. Y un buen día decide volver a su ciudad natal, alojarse en el hotel más caro y encontrarse con su pasado. En su equipaje no viaja la nostalgia, ni siquiera ese torpe afán de muchos por querer airear sus trofeos. Su único interés es pasar desapercibida mientras pasea por las viejas calles de la ciudad que la vió crecer. Lo conseguirá en ocasiones, en otra no. Pero, sobre todo, sacará a relucir lo mejor y lo peor de la sociedad provinciana, cuyos habitantes viven volcados en lo que hace el vecino, en vez de en sus propios asuntos.
Lo que más me ha gustado es la especie de moraleja que se intuye: no se debe intentar afrontar el futuro sin solucionar el pasado, desterrando los fantasmas que nos ponen lastres, de lo contrario nunca seremos felices, porque no nos permitirán disfrutar de la vida.
Lo que menos me ha gustado es que se me ha hecho pesada, a fuerza de ser repetitiva en demasiadas ocasiones.